Estados Unidos.- Ledell Lee de 51 años, fue condenado a muerte en octubre de 1995 en el condado de Pulaski, Arkansas, por el asesinato de Debra Reese de 26 años, ocurrido en su apartamento.
Un día antes de que se le administrara inyección letal a Lee, los abogados solicitaron a las autoridades realizar pruebas de ADN al arma que lo inculpaba de cometer el crimen, esta solicitud fue denegada.
“Mis últimas palabras siempre serán, como lo he dicho, soy un hombre inocente”
Esto fue lo que manifestó Lee por última vez a un medio de comunicación , el 19 de abril de 2017.
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Durante 22 años este hombre se defendió de las autoridades que lo culpaban de la muerte de Reese.
Sin embargo, después de cuatro años de su fallecimiento los abogados del Proyecto de Inocencia y la Unión Americana de Libertades Civiles, han señalado que las pruebas de ADN del arma homicida, comprobaban que el hombre no había cometido el crimen.
Se estima que el 4% de los sentenciados a pena de muerte son condenados injustamente. En los últimos 44 años,167 personas inocentes han sido exoneradas del corredor de la muerte.
Más de 20 de las personas antes mencionadas, fueron liberadas mediante pruebas de ADN similares a las solicitadas en nombre de Lee.